miércoles, 28 de mayo de 2008

lunes, 12 de mayo de 2008

MES DE MAYO, MES DE MARÍA

Creo que a estas alturas todos los que aquí entran a leer estas humildes líneas, saben que este año mi persona va a tener el orgullo de exaltar las Glorías de la Virgen María. Por razones ajenas a la Unión de Hermandades se ha tenido que ir a finales del mes dedicado a la Santísima Virgen, aunque eso no es ningún contratiempo, al contrario me ha servido de estímulo para intentar dedicarle las mejores de mis palabras a la Virgen.

Este mes, es el preludio de una serie de meses en los que Sanlúcar se va a llenar de la Virgen María por todas sus calles. Ya está a punto de regresar la Hermandad del Rocío de su peregrinación, y en breves días tendremos a la Divina Pastora de Almas de Capuchinos por las calles de Sanlúcar, y que este año como algo excepcional debido al año Jubilar Mariano que celebramos en la Basílica Menor de la Caridad, va a visitar a nuestra Patrona. Una vez la Pastora regrese, tendremos una serie de Imágenes Marianas que van a procesionar por nuestras calles, demostrando que Sanlúcar siempre ha sido, es y será una ciudad que le rinde culto a la Madre de Dios.

Las Imágenes de Gloria son las grandes olvidadas por los sanluqueños en particular y por los cristianos en general. Solo nos acordamos de la Patrona, en el caso de ser una Advocación Mariana de Gloria, o de la Virgen de tal o cual en el día de su salida anual. Aunque eso sí, cuando tenemos que pedir algo, lo hacemos a esas estampitas que seguramente todos tengamos en la cartera o al cuadro que tenemos en nuestra cabecera de la cama. La Virgen María en sus advocaciones de Gloría ha perdido la partida con sus homónimas Pasionales. Que vamos a hacerle, es cierto modo es lógico por la naturaleza cuasi-idolatra del ser humano, y hasta cierto punto bullanguero que tenemos. Parece que si una Imagen no procesiona no nos despierta el interés suficiente. Es más, cuando una Imagen comienza a tener mucha devoción ya estamos pensando en sacarla en procesión. Bueno, son las cosas de los hombres.

La Virgen nos perdona todos estos actos, porque nos quiere, porque somos sus hijos, y como buena Madre, con solo un ramo de flores un día al año, en el mes de mayo, es feliz.

El Guardabrisas.

Antonio Romero González