martes, 24 de junio de 2008

DE ALCALDES PERPÉTUOS Y ALCALDESAS AUSENTES

Si no recordamos mal, esta sección se comenzó con un artículo denominado algo así como “de políticos y cofradías”, en el que expuse una serie de pensamientos derivados de la intromisión tanto de políticos como de cofrades en los menesteres los unos de los otros.

Pues bien, en estos días se ha vuelto a producir uno de esos hechos tan incongruentes que tiene nuestra sociedad en general y más aún nuestra Sanlúcar en particular. El pasado fin de semana, en la Basílica Menor de Nuestra Señora de la Caridad Coronada, patrona excelsa y alcaldesa perpetua de nuestra ciudad, se llevó a cabo la entrega del bastón de mando de la Ciudad a Nuestro Padre Jesús Nazareno como rubrica del título que se le ha concedido de Alcalde Perpetuo de Sanlúcar.

Este acto no se todavía como calificarlo, si anecdótico, extravagante, extraño, desusado, y a la par importante para todos los hermanos de la Hermandad dentro de los momentos que están pasando. Pero eso precisamente me hace darle aún si cabe más vueltas en mi pensamiento. ¿La Hermandad necesita más una cosa como esta para desviar la atención de lo verdaderamente importante de lo que allí está ocurriendo, o necesita mejor un empujón y un cambio radical en su operatividad y mentalidad? Está claro que la solicitud de este reconocimiento no refleja precisamente un cambio en la mentalidad.

Por otro lado, este reconocimiento me resulta chirriante desde todos los puntos de vista desde el que lo miremos. Primero, como dije en el primer artículo de la serie, a que se debe esta intromisión de la vida cofradiera y religiosa en la vida política de la ciudad. Por mucho que se lo merezca la Imagen, no deja de ser un reconocimiento civil, al igual que las medallas de la ciudad, a Imágenes Religiosas. Pero si estridente y ruidoso es que las Hermandades se metan en estos berenjenales, peor es la respuesta de los políticos. Unos dentro de su afán de ganar votos como sea, otros dentro de su idea de seguir mezclando Iglesia-Estado-Ejercito, pues van quedando bien con lo que quieren los ciudadanos, y no se dan cuenta de las incoherencias en las que caen.

En este momento hago de abogado del diablo. Nuestra constitución dice que no tenemos religión oficial, y en la actualidad se está tendiendo al laicismo. Pues bien, no entiendo como un partido político X, entrega dos medallas de oro a dos Imágenes. Por otro lado, el partido político Y, entrega una medalla de oro y un bastón de mando. Si el ejemplo del partido X ya es curioso, más aún lo es el del partido Y, que es el que está tendiendo al laicismo. Es igual que ser antitaurino pero ir a ver las corridas de José Tomás, o ser Republicano pero ser Juancarlista…Pues no queda todo ahí, no crean que el ser humano es capaz de llegar a un punto de incongruencia y detenerse, no. Siempre puede dar un pasito más allá. Una vez concedida la distinción, la máxima autoridad de la Ciudad, la Señora Alcaldesa-Presidenta del Consistorio, no acude al acto Religioso-Civil, más aún, cuando de todos es conocido su pasado y presente Cofrade. Este hecho a que es debido, ¿a que tiene que cumplir con directrices de su partido?, ¿o que su sentido común le ha hecho pensar que un estado aconfesional no puede hacer esto?, entonces me pregunto, ¿para qué la concesión de esta distinción?

Creo que tanto la clase política, como los cofrades deberíamos meternos solo donde nos llaman y dejarnos de tantas sandeces. Y por último, recomendarles a los políticos que se definan, que unas ideas sociales no tienen porque ir reñidas con ideas religiosas, que tanta dualidad les va a terminar provocando trastornos de personalidad múltiple, trastornos bipolares o similar, que no es malo tener un Estado aconfesional, que eso significa solo que no está sujeto a ninguna Religión y que apoya a todas por igual. Y que se dejen de jugar con los sentimientos y devociones de miles de personas.

El guardabrisas.

Antonio Romero González

martes, 10 de junio de 2008

Pregón de las Glorias de María 2008

Os presentamos el Pregón de las Glorias pronunciado por nuestro compañero de La Cartela Cofrade, Antonio Romero y presentado por otro de nuestro colaboradores Juan Francisco López.



¡Gloria Bendita Madre, Santa Patrona!

En la tarde del pasado Domingo, se conmemoraba el cuatrocientos aniversario del milagro que hiciese esa pequeñita imagen que tenía que partir para las Indias, y que decidiera quedarse en nuestra ciudad. Ayer, se conmemoraban los cuatro siglos del rebose de la lámpara de aceite en la pequeña hornacina de la antigua aduana de la ciudad.

Esta conmemoración tomó su máxima expresión cuando la Santísima Virgen de la Caridad Coronada bajó desde la Basílica para visitar el lugar donde se había producido este milagro. Posiblemente, ayer se volvió a repetir en cierto modo lo que aconteciese hace cuatro centurias. Ayer el gentío que acompañaba a la Patrona Excelsa de la ciudad y Alcaldesa Perpetua, pudo ser similar a la masa que se agolpaba en aquellos días de Junio de 1608 alrededor de una pequeñita Imagen y una lámpara que chorreaba aceite, y que según decían podía curar a la gente.

Ayer, se volvió a demostrar que la Virgen de la Caridad es la Madre de todos los sanluqueños. En ningún momento sola, en todo momento aclamada a su paso, sin estridencias, sin hacer ruido, pero siempre navegando en un mar de hijos que deseaban verla en el lugar donde nació su Devoción en Sanlúcar. Ayer sus hijos, la acompañaron para devolverle el calor y el amor que hace cuatrocientos años derramó sobre nosotros en forma de Bendito óleo.

Si a alguien le quedaba alguna duda de la devoción y cariño que se le tiene a nuestra Patrona y los que aún piensan que el día quince de Agosto la gente sale porque es fiesta y no por la Virgen creo que ayer pudieron salir de dudas. La tarde noche del día ocho de junio de 2008 será recordada durante mucho tiempo como una de las muestras más grande de ternura hacia nuestra Madre de la Caridad. Que nuestra queridísima Patrona nos guarde a todos los Sanluqueños por al menos otros cuatrocientos años más.


El Guardabrisas.

Antonio Romero González

lunes, 2 de junio de 2008

¿QUÉ OCURRE EN NUESTRAS HERMANDADES?

De hace un tiempo a esta parte, estamos viendo una serie de acontecimientos en algunas de nuestras Hermandades, que aunque no sean nuevas, no dejan de ser sorprendentes, tanto por el motivo, como por la Hermandad, o por el momento en el que se ha producido o se produce el acontecimiento en cuestión.

De todos es conocido el estado de decadencia en el que se encuentra una de las Hermandades más importantes y señeras de nuestra localidad. La Hermandad del Nazareno lleva inmersa en un torbellino de peleas y disputas de clanes por el poder, que lo único que han hecho ha sido llevar al más profundo de los abismos a esta Hermandad. Una Hermandad que hace unos quince años era capaz de poner setecientos nazarenos en la calle, no puede llegar al punto que ha llegado esta madrugá.

No seré yo quien le diga a la Hermandad lo que debe hacer o dejar de hacer. No le voy a decir que se adapte a los tiempos, aunque lo piense, no seré yo el que le diga al Hermano Mayor que convoque elecciones o haga una junta de unión, aunque lo piense. Porque esas decisiones las tienen que tomar los hermanos. Pero solo me gustaría hacer una reflexión. Si Hermandades de tanta categoría como El Gran Poder, por poner un ejemplo de la madrugá, ha sabido ir adaptándose a los tiempos, ¿por qué no lo vamos a hacer nosotros aquí? Adaptación no es sinónimo de perdida de identidad.

Otro caso que me llama muchísimo la atención es la Hermandad de la Esperanza. Una Hermandad que tenía que estar más unida que nunca después de todo el esfuerzo que ha realizado para la Coronación canónica de su Sagrada Titular, y resulta que hay varios grupos, como ha existido en la Hermandad del Nazareno tantos años, que ahora mismo se están dedicando a desestabilizar a una junta con una gran persona al frente, y con gente joven y ganas de trabajar.

Está claro que la naturaleza del Ser Humano tiene ese lado oscuro, egocéntrico, que no puede asumir que los ciclos pasan, y que en esto de las Hermandades tenemos que ir dejando pasar a nueva gente, de igual manera que los dejaron pasar a ellos, y que las Hermandades no son de ninguna familia, clan o como quieran llamarlo, en algún caso, ni es el cortijo de alguna persona en concreto. Las Hermandades son de los Hermanos y los Hermanos pasan, pero la Hermandad, si no la hundimos, va a perdurar.

Antonio Romero.