jueves, 16 de julio de 2009

Una ilusión…


Una ilusión nacía hace ya algún tiempo en el barrio de Bonanza, cuando un grupo de jóvenes cofrades de varias hermandades se unían para traer a Sanlúcar un nuevo misterio para nuestra Semana Mayor. En realidad, no es un misterio cualquiera, es posiblemente junto al de la Resurrección, el mayor legado que nos dejó Jesús, el momento de la consumación de la Eucaristía.

Esa ilusión, se convirtió en responsabilidad, al pasar de ser un proyecto, a ser Agrupación Parroquial, y con ello, demostrar que no es un juego de niños, si no que es una realidad de jóvenes muy bien formados y que nos dan al resto de cofrades, ejemplos de trabajo, humildad, formación y dedicación.

No siempre ha sido compensado, ni comprendido este trabajo. Los “cofrades de verdad”, son los que van a tertulias y mesas redondas, para hablar de pasos, costaleros y como era la Semana Santa del pasado o como será la del futuro. No necesitamos formación, porque ya somos muy buenos cristianos, y no nos van a enseñar nada en esas conferencias preparadas por unos “chiquillos” en Bonanza. Posiblemente ese trabajo formador, apoyado en grandes cristianos y cofrades, nos vendría bien a muchos. El trabajo que realiza esta Agrupación será recompensado, y debe ser la recompensa para ellos. La exaltación Eucarística, el taller de bordado, las operaciones carretilla, la labor parroquial, la colaboración con cáritas…

Se que puede que penséis alguna vez, que no merece la pena, que es complicado, que puede que estéis equivocados, que no arrastráis a ciertos actos o convocatorias a la mayoría del mundo cofrade, pero puedo aseguraros, que en esos actos “está el trigo y no la paja…” así que adelante con esos proyectos, disfrutadlos, seguid dando puntadas, seguid elevando donde se merece al Santísimo Sacramento, seguid ayudando al necesitado, que la recompensa no es el reconocimiento del pueblo, porque ese mismo pueblo fue el que crucificó a nuestro Redentor, la recompensa es vuestra satisfacción por un trabajo bien hecho y la ayuda prestada al prójimo.

Antonio Romero González

El guardabrisas.

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