lunes, 10 de marzo de 2008

El Guardabrisas

La Semana más larga

El Domingo de Pasión, es Domingo de pregones en casi toda la geografía cofrade. Pero también es antesala de la semana que posiblemente sea la más larga del año para un cofrade. La Semana de Pasión.

Esta semana se convierte en un desafío para la física. Parece que los días duran más de veinticuatro horas mientras esperas en tu casa a que llegue el Domingo de Ramos. Pero a su vez para el mayordomo de cualquier Cofradía le parecen cortos, no encuentra minutos para terminar de arreglar a los Titulares, de terminar de montar los pasos, de buscar las flores… lo que para unos es interminable, para otros es una cuenta atrás sin freno.

Cuenta atrás interminable para el cofrade de a pié, que pasa los días comprobando que no haya que echarle un poquito de largo a la túnica, de capirotes nuevos por la calle ancha, de ir a comprar los guantes que no encuentras por los nervios, y que seguro que el día de la salida están donde lo dejaste el año pasado una vez que guardaste el hábito de nazareno. Semana de pagar los recibos de hermano y papeletas de sitio…Semana de alpisteras y torrijas en el montaje de pasos, de nervios por la cercanía de la salida que esperamos durante todo un año, semana de interminables visitas a las páginas de información meteorológicas.

Durante estos siete días se cumplen todas las tradiciones y manías de los cofrades. Se oyen, y se vuelven a oír, se ven y se vuelven a ver los últimos Cd´s de marchas y los DVD´s que han salido este año con algún periódico.

En esta semana hay una tensa calma, ya no hay ensayos, se han hecho las mudás, ya no hay cultos, algún Via-Crucis y poco más, todos estamos en “capilla”. Lo único que nos recuerda la cercanía del día deseado es el pregonero de la Semana Santa, que nos abre los ojos y nos pone en aviso de que todo está a punto de ocurrir. Cuando llegue la tarde del Sábado ya nada tendrá freno, cuando se terminen de poner los últimos claveles a los pasos del Domingo de Ramos habrá comenzado el principio del fin. Cuando se cierren las puertas de esos templos en la incipiente madrugada del Domingo, ya solo quedará el paso inexorable del tiempo y el deseo de todos los cofrades de que esta Semana pase igual de lenta que la de Pasión, pero como todos sabemos, en este caso la física vuelve a jugarnos otra mala pasada y nos hace que tengamos la sensación de sentir que esta Semana tiene menos de siete días.

Antonio Romero González

El guardabrisas

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