martes, 3 de marzo de 2009

De Vía-Crucis y Carnavales:

Desde hace años, tenemos en la Sanlúcar cofrade un debate más o menos recurrente, puesto que todos los años ocurre lo mismo y siempre se llega a la misma conclusión. El debate no es otro que la idoneidad de las fechas carnavalescas en nuestra ciudad.

Sanlúcar, tiene la misma afición al carnaval que a los toros, o que a la feria. Es decir, los sanluqueños nos echamos a la calle al menor atisbo de juerga y cachondeo que se nos presente. Es cierto que hay afición al carnaval, pero no como en otras localidades, es más, en nuestra Sanlúcar, ha estado reducido muchos años al que se celebraba en el barrio y poco más.

Se comenzó a darle más importancia, y por no hacerlo coincidir con otros más fuertes, lo que demuestra que el tirón es poco, se pone a mitad de cuaresma. Hemos estado algunos años en los que se ponía en el primer fin de semana de cuaresma, sin interrumpir tanto los actos, pero de nuevo nos lo han vuelto a colocar en la segunda semana. Ya no satisfechos con ocupar unos días sagrados para la gran mayoría de los sanluqueños, este año, el carnaval oficialmente ocupa una semana. Es más, el día que tenía el consejo previsto el Vía-crucis oficial, había organizados actos carnavalescos, y parecen que quieren hacer aquí, como en Cádiz, cuna del carnaval, hacer el carnaval de los “partibles”, ya bien metidos en la cuaresma.

No se donde se pretende llegar. El carnaval tiene su fecha, y si no hay tirón, no lo hay. Lo que no se puede pretender es, que para contentar a unos pocos, tengamos que fastidiarnos la mayoría. No digo que no se celebre, pero si que se celebre en fechas acordes. Aunque, después de ver lo ocurrido en el Vía-crucis de las Hermandades, uno se plantea, si era un acto litúrgico o propiamente enmarcado en el carnaval. No se contó con las Agrupaciones parroquiales, poca organización y varios conatos de salida a la calle con la noche cerrada y lloviendo. En fin, ver para creer, pedimos que nos tomen en serio y después somos nosotros los que no nos hacemos respetar.

Antonio Romero

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